Seguimos repasando piezas del instrumental de los dentistas de siglos pasados. Por si guardabais alguna esperanza, vais a poder ver también los mecanismos de anestesia, que estaban desgraciadamente igual de avanzados.
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Abrebocas (S. XVII)
Así, como suena. Este dispositivo se instalaba en la boca del paciente para mantenerla abierta durante la intervención. Cada vuelta del tornillo forzaba la boca a abrirse un poquito más.
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Taladro digital (1870)
En este caso digital no tiene que ver con la informática, sino con los dedos. Este taladro se fijaba al dedo del especialista que perforaba el diente haciéndolo girar.
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Aturdidor Wilcox-Jewett (1905)
Esta jeringuilla de aspecto aterrador se usaba para inyectar cocaína en las encías, ya que hace 110 años era uno de los anestésicos legales disponibles.
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Llave dental (1810)
Antes de que las tenazas las llevasen al desuso, este dispositivo era el más usado para las extracciones dentales hasta prácticamente el siglo XX. Por desgracia, en muchas ocasiones el diente se partía en dos antes de poder ser extraido.
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Abrebocas (S. XVI)
Si bien es similar en función al abrebocas que mostrábamos al principio, este instrumento más “delicado” en apariencia no buscaba mantener la boca abierta durante una intervención. En realidad, se usaba para desbloquear y forzar la apertura de pacientes con trismo, es decir, pacientes cuyo músculo masetero se encuentra contraído obligando a mantener la mandíbula cerrada. Muchas veces este problema estaba asociado a la enfermedad del tétanos.
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