La radiología tal y como la conocemos hoy es una disciplina precisa, versátil y de la que se han controlado la inmensa mayoría de los riesgos que conllevaba al principio de su utilización. Sin embargo, es fácil dejarse llevar por los avances que se están llevando a cabo cada día y perder de vista de dónde venimos.
Esta imagen que nos ha llegado a través de la Radiological Society of North America, muestra a un pionero radiólogo examinando un paciente mediante una Fluoroscopia anteroposterior. El primitivo fluoroscopio no dispone ni de protecciones adicionales ni del intensificador de imagen de rayos X y cámara de vídeo CCD, que hoy en día permite que las imágenes sean grabadas y reproducidas en un monitor.
¿Qué os parece? ¿Alguno sacrificaría la seguridad de hoy en día para recuperar estos procedimientos artesanales?